El accidentado viaje de Rutherford en Australia

Historia de la semana:
Rutherford pretendía organizar una serie de discursos en Australia.
Pero tal vez no era el mejor momento para visitar el país de los canguros.
Los aires estaban caldeados, el discurso titulado "Enfréntese a los hechos" había sentado muy mal a los aliados.

Recordemos que el "Juez" arremetió contra Estados Unidos, Gran Bretaña y la iglesia católica. Cuando los periodistas le preguntaban sobre sus dichos  él lo negaba rotundamente.

Al enterarse los ciudadanos de Australia de las intenciones de Rutherford, exigieron la prohibición de su arribo.
El problema radicaba en que coincidiría con la vuelta a casa de los soldados y creían que podría generar problemas entre opositores y defensores.

Finalmente las autoridades prohibieron las charlas radiofónicas de Rutherford pero no su llegada, también se prohibió el alquiler del salón de la ciudad para celebrar la asamblea.
Cuando la Sociedad Watchtower se entera de esto, organiza una protesta, por un lado algunos Testigos enviaban telegramas a las autoridades y otros salían a la calle con pancartas exigiendo poder disponer del Hall de la ciudad.
Los aires comenzaban a caldearse, los Australianos estaban al tanto de los incidentes en Estados Unidos de América (Ver este articulo) y particularmente se vivieron situaciones similares.

El mensaje del discurso de Rutherford era
"La religión una trampa y un error".
Muchos Testigos salieron a la calle
a protestar por la prohibición de Rutherford.

Finalmente, el 17 de abril de 1938 arriba Rutherford y los suyos a bordo del SS Mariposa en primera clase y en una suit de lujo con camarote privado.
Al pisar tierra, un grupo de seguidor le ovacionaba, Rutherford bajó del navío acompañado de dos

Este es el billete de primera clase 
del barco donde viajó Rutherford
y sus asociados.

guardaespaldas (uno de ellos un ex-sargento de la policía) y rápidamente se sube a un automóvil que le esperaba.

Rutherford consigue un recinto deportivo para celebrar la asamblea.
Durante la convención, los opositores logran mezclarse con el auditorio. Uno de ellos comenzó a gritar cosas, los defensores y seguidores del juez intentaron acallarlo y en poco tiempo se organizó una batalla campal que involucró a unas cincuenta personas. Todo terminó cuando intervino la policía.
Este hecho no hizo mas que perjudicar la obra de los Testigos en esa región.

Tres años después, la predicación se prohíbe y se cierra la sucursal Australiana quedando intervenida por el gobierno.
Unos meses mas tarde, el magazine "The Time" publica:
"Los Testigos de Jehová, o la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia, es una secta que cree que está ayudando a establecer el reino de Dios en la tierra, desconfía de la religión formal (especialmente el catolicismo romano), se involucra en riñas periódicas con la ley porque a sus miembros les gusta vender panfletos anticlericales, no les gusta que sus hijos saluden a la bandera en la escuela.El juez es el gran generador de dinero para la secta, que afirma que vendió 275 millones de copias de sus escritos que han sido distribuidas en 80 idiomas"

El anuario de 1983 página 70 explica su versión de los hechos:
"Sin embargo, al fin de ésta procedieron a crear un alboroto [los opositores]. Derribaron una mesa en la cual se exhibía literatura bíblica. Un miembro de la chusma arrojó una bomba fétida de plástico en la plataforma de los oradores, pero, mientras ésta descendía, el presidente le dio con una vara y la bomba fétida voló sobre el auditorio y cayó en medio de la chusma, y allí explotó... para disgusto de éstos. Para este tiempo habían llegado refuerzos de la policía. Estos separaron a la chusma de entre los testigos de Jehová y sus amigos, y los Testigos y sus amigos pudieron salir del auditorio mientras los demás los abucheaban".

Rutherford perjudicó en gran manera la reputación de los Testigos, durante su gestión se prohibió la obra en 51 países. 

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